¿Tronar Huesos? Los 5 Mitos sobre la Quiropráctica

¿Tronar Huesos? Desmintiendo los 5 Mitos Más Grandes sobre la Quiropráctica

¿Alguna vez has escuchado que los quiroprácticos “solo truenan huesos”?
Este es uno de los tantos mitos que existen sobre el cuidado quiropráctico y su verdadero impacto en tu salud.


En este artículo, la Dra. Minerva Ledezma, del Centro Quiropráctico Ledezma, te explica la verdad detrás de los 5 mitos más comunes para que tomes decisiones informadas sobre tu salud y bienestar.

Hola, soy la Dra. Minerva Ledezma, y en una de las conversaciones más importantes que tengo con mis pacientes es sobre lo que realmente es el cuidado quiropráctico.

Existen muchas ideas erróneas y mitos que pueden generar dudas o incluso miedo. ¡Y es completamente normal!

Por eso, hoy vamos a usar el arma más poderosa que existe para la salud: la información.
Vamos a desmentir juntos los 5 mitos más comunes para que puedas tomar decisiones informadas sobre tu bienestar.


 Mito 1: “Los quiroprácticos solo ‘truenan’ o ‘acomodan’ huesos”

Esta es, sin duda, la idea más extendida. Escuchas un sonido y piensas que un hueso se movió bruscamente de lugar.

La realidad: Ese sonido, conocido como cavitación, no es de los huesos. Es la liberación de una burbuja de gas (oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono) dentro de la cápsula que lubrica tus articulaciones. Es muy similar al sonido que escuchas al destapar una botella de refresco.

El objetivo de un ajuste quiropráctico no es el sonido, sino restaurar el movimiento y la función adecuada de una articulación restringida. Al hacerlo, liberamos presión sobre el sistema nervioso, permitiendo que tu cuerpo funcione y sane como debe. El sonido es solo un efecto secundario, no el objetivo.



 Mito 2: “Una vez que empiezas a ir, tienes que ir para siempre”

El miedo a crear una “dependencia” es muy común.

La realidad: El cuidado quiropráctico es como muchas otras actividades saludables: tú decides el nivel de compromiso.

Podemos dividirlo en tres fases:

  • Cuidado intensivo inicial: Corrige el problema que te trajo a consulta (dolor, rigidez, limitación).
  • Cuidado correctivo: Ayuda a estabilizar y reforzar el progreso.
  • Cuidado de mantenimiento o bienestar: Muchos pacientes eligen continuar con visitas más espaciadas, porque entienden que la quiropráctica no es solo para el dolor, sino para mantener su cuerpo y sistema nervioso funcionando al máximo.

Es como ir al gimnasio o al dentista para una limpieza: dejas de ir cuando decides dejar de cuidar tu salud. La decisión siempre es tuya.


Mito 3: “La quiropráctica no es científica y puede ser peligrosa”

La realidad: La quiropráctica es una disciplina de la salud reconocida, regulada y basada en evidencia científica. Los quiroprácticos cursan una formación universitaria de 5 a 7 años en anatomía, fisiología, neurología, diagnóstico por imagen y técnicas específicas de ajuste.

Además, muchos profesionales continúan su desarrollo académico a través de posgrados, maestrías, especializaciones y doctorados, lo que garantiza un abordaje integral y actualizado.

Esta formación les permite seleccionar técnicas precisas, seguras y adaptadas a cada persona. Cuando un ajuste es realizado por un profesional calificado, los riesgos son mínimos comparados con tratamientos invasivos o farmacológicos.

💬 En manos expertas, la quiropráctica es segura, eficaz y basada en ciencia, una herramienta que ayuda a restaurar equilibrio, energía y bienestar desde tu sistema nervioso. 



 Mito 4: “Solo sirve para el dolor de espalda”

La realidad: La quiropráctica va mucho más allá. Tu sistema nervioso es el responsable de controlar cada órgano, tejido, músculo y sistema de tu cuerpo. La columna vertebral protege ese sistema y garantiza su comunicación.

Por eso, cuando optimizamos la función de la columna, mejoramos la conexión entre el cerebro y el cuerpo, impactando positivamente en energía, rendimiento y bienestar general.

Cada vez más deportistas y personas activas incorporan el cuidado quiropráctico como parte de su rutina, no solo para aliviar el dolor, sino para mejorar su potencia, coordinación y desempeño físico.



Mito 5: “Puedo ajustarme yo mismo tronándome el cuello o la espalda”

Es tentador buscar ese alivio momentáneo, pero hacerlo tú mismo puede ser riesgoso.

La realidad: Un ajuste quiropráctico es un movimiento específico, controlado y dirigido a una articulación concreta que no se está moviendo bien. Cuando te “truenas” tú mismo, probablemente estás moviendo las articulaciones que ya se mueven demasiado (hipermóviles), dejando intacta la que realmente está causando el problema.

Esto no corrige la causa, y a largo plazo puede generar inestabilidad y mayor desgaste articular. Es como intentar reparar tu auto sin herramientas ni diagnóstico: puedes mover algo, pero no realmente ajustarlo.


🔍 Conclusión: La verdad es tu mejor aliada

La quiropráctica es una disciplina de la salud segura, científica y basada en evidencia, diseñada para reactivar la inteligencia natural del cuerpo de sanar desde adentro.

Tu bienestar es el activo más importante que tienes. No lo postergues. Imagina moverte sin dolor, rendir al máximo y sentir que tu cuerpo funciona como debería. Esa transformación es posible y empieza con un solo paso: un ajuste profesional que optimiza tu columna y libera tu potencial.


Ajusta tu columna, transforma tu vida.

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